Empezaremos diciendo que “todo en exceso es malo” y cuánto más aún el exceso en el consumo de los azúcares. Esto es algo que ya todos sabemos, pero que requiere mucha disciplina por nuestra parte para controlar.
Para lograr un cambio en nuestros hábitos alimenticios en principio debemos estar bien informados. El conocimiento abre la mente, crea conciencia y facilita el proceso de cambio.

Entonces, empecemos a hablar del tema y veamos cuáles son los principales efectos nocivos del exceso de azúcar en nuestra dieta.
Hablemos en principio de sus efectos a corto plazo… comer demasiado azúcar puede contribuir al acné. Un estudio realizado en el 2018 demostró que las personas que toman bebidas azucaradas siete veces por semana, o más, tenían más probabilidades de desarrollar acné moderado o severo. Además, el consumo de azúcar también puede disminuir los factores de crecimiento similares a la insulina, los andrógenos y el sebo.
A largo plazo, por otro lado, el exceso de azúcar aumenta el riesgo de enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas.
Según varios estudios, actualmente en la dieta occidental las personas consumen azúcar agregada en exceso, un promedio de 17 cucharaditas al día, un total de 270 calorías. ¡Eso es muucho!

Lo recomendable es que una persona consuma un 10% de azúcares agregados de su ingesta diaria de calorías. Por ejemplo: si tu ingesta diaria es de 2.000 calorías, el azúcar agregado debe representar menos de 200 calorías.

Otro efecto indeseado del excesivo consumo de azúcar es la caries dental, ya que el azúcar alimenta las bacterias que viven en la boca. Por tanto, cuando las bacterias digieren el azúcar, crean ácido como producto de desecho y este ácido puede erosionar el esmalte dental y provocar agujeros o cavidades en los dientes.
El azúcar también puede afectar a las hormonas en el cuerpo, que controlan el peso de una persona. En este sentido, la hormona leptina le dice al cerebro que una persona ha comido lo suficiente. Sin embargo, una dieta alta en azúcar puede causar resistencia a la leptina. Esto puede significar que, con el tiempo, una dieta alta en azúcar evita que el cerebro sepa cuándo una persona ha comido lo suficiente.

Asimismo, un artículo publicado en el 2013 en PLOS ONE también indicó que los niveles altos de azúcar en la dieta pueden causar diabetes tipo 2 con el tiempo. A esto se unen factores de riesgo como la obesidad y la resistencia a la insulina.

Otro gran estudio encontró que las personas que obtuvieron entre el 17 y el 21% de sus calorías diarias de azúcar agregada, tenían un 38% más de riesgo de morir por la enfermedad cardiovascular. De hecho, para aquellos que consumieron 21% o más de su energía de azúcares agregados, su riesgo se duplicó.
Está ampliamente demostrado que hay un vínculo entre el consumo de bebidas azucaradas y la hipertensión arterial. Además, la hipertensión también es un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares.

Como si todo lo anterior no fuera suficiente, hay más pues el consumo excesivo de azúcar causa inflamación, estrés oxidativo y obesidad. Factores que, generalmente, influyen en el riesgo de una persona de padecer cáncer.

Por último, el exceso de azúcar en la dieta también conduce a la formación de productos finales de glicación avanzada, que juegan un papel en la diabetes, pero que también afectan a la formación de colágeno en la piel, acelerando el proceso de envejecimiento.
Como siempre lo hemos dicho, la clave de la buena salud se encuentra en el equilibrio. Una dieta balanceada, sin excesos. Una buena rutina de ejercicio semanal y una buena hidratación pueden alejarte de la consulta médica por años.

Ahora que lo sabes, ¿qué medidas tomarás para reducir tu consumo de azúcar y el de tus seres queridos?
¿Vas a esperar a empezar a sufrir de alguna de las enfermedades que ocasiona para hacer cambios en tu estilo de vida?

Para nosotros en Avances Médicos, S. A. lo principal es y siempre será la #prevención. Es por esta razón que compartimos contenido como este, informativo y bien sustentado.